Es indudable que hoy en día todo el mundo, sobre todo los fotógrafos profesionales, nos hemos acostumbrado ya a las cámaras digitales. El cambio de la fotografía química a la fotografía digital, fue para muchos fotógrafos un trauma, y hoy en día aún existen algunos que prefieren trabajar con carrete o diapositiva.
Las ventajas que la tecnología ha aportado a la fotografía son innumerables, pero, ¿hasta qué punto todos estos avances nos ayudan?, ¿es posible que ponernos las cosas tan fáciles haga que cada vez seamos peores fotógrafos?, ¿esto beneficia o perjudica a aquellos que empiezan en el mundo de la fotografía?.
Para empezar a analizar estas preguntas y tratar de obtener algunas respuestas, empezaremos por comentar lo que ha aportado, de manera innegable, la tecnología.
Carrete vs Sensor
Los sensores han evolucionado, no sólo en cuestión de su tamaño, sino en cuanto calidad y nivel de ruido soportado.
El primer cambio notable está relacionado con el dispositivo encargado de almacenar las fotografías. Hemos pasado de utilizar carretes de un sólo uso, a los sensores. Antes eran los fabricantes de carretes quienes invertían su tiempo y su esfuerzo en desarrollar nuevos tipos de película que satisficiera a todo tipo de fotógrafos. Hoy en día, son los fabricantes de las propias cámaras, las que invierten su dinero en desarrollar nuevas tecnologías que permitan obtener mayor calidad de imagen, y que soporten unas sensibilidades (ISO) cada vez mayores.
Pero además, hay dos aspectos que están directamente relacionados con este tema. Uno es el hecho de que ya no tenemos que transportar carretes y carretes, con lo que eso significaba, de espacio sobre todo, pero también de incomodidad. Además, hemos conseguido ahorrar dinero puesto que las tarjetas de memoria son capaces de almacenar miles de fotografías y además son reutilizables. Y por último, ya no es obligatorio revelar los negativos en papel para poder ver el resultado, salvo que sea necesario o nos guste ver nuestras fotografías impresas.
Antes había una extensa variedad de carretes, y lo peor es que había que cargar con ellos por todas partes, sobre todo en viajes largos.
También relacionado con los sensores, podemos hablar del ISO, que no sólo podemos cambiarlo en cada disparo, sino que es posible disparar a ISOs cada vez más altos sin apreciar ruido (grano).
Una desventaja está relacionada con el tema de la suciedad, y es que ahora es preciso limpiar el sensor de motas de polvo para que no nos afecte a la calidad de nuestras imágenes. Hoy en día existen distintos métodos de limpiar el sensor, pero qué duda cabe, que hasta no hace mucho tiempo, limpiar el sensor suponía un quebradero de cabeza y a más de uno le ha traído un buen disgusto.
Es importante limpiar el sensor regularmente, aunque en ocasiones, sobre todo en viajes, es más difícil y el continuo cambio de objetivos puede llevar a tener un amplio número de "garbanzos" en el sensor. Se puede ver más claramente con una previsualización en Lightroom.
Se acabaron las sorpresas: Previsualización en el acto
Durante un bonito amanecer, uno puede tranquilamente comprobar si su foto está bien o no. Si tiene que sobreexponer, si aparece algún elemento en el encuadre que molesta, o algo muy importante, comprobar si el encuadre nos gusta o no.
Otro cambio radical que ha supuesto la fotografía digital es el poder ver el resultado en el acto. En general, esto es una gran ventaja, y a más de uno no le sentaría muy bien si las cámaras digitales dejaran de tener la pantalla de previsualización, pero ¿hasta qué punto esto es nos beneficia?. Hay miles de situaciones en las cuales, poder ver el resultado nos ahorrará tener que volver en otra ocasión, pero no hay que olvidar, que los grandes fotógrafos de la historia eran capaces de resolver cada situación y volver a casa con los negativos. Esto era porque se tomaban su tiempo para encuadrar, medir, controlaban la luz.
Aunque también había casos en los que tenían que disparar un carrete entero a una sola flor, con diferentes exposiciones y potencias de flash, para asegurarse que tenía "la foto", como cuenta Galen Rowell en uno de sus libros.
Hoy en día, en muchas ocasiones ya no nos tomamos nuestro tiempo para realizar una correcta medición, sino más bien tomamos una fotografía y si el resultado no está bien, corregimos los parámetros y disparamos otra vez. Esta costumbre nos convierte cada vez más en fotógrafos de prueba y error, en vez de fotógrafos que sepan analizar la luz y por consiguiente realizar una buena medición.
Como podemos tomar todas las fotografías que queramos, muchas veces no nos paramos a pensar y/o meditar cual es la mejor composición posible. En vez de pensar, nos dedicamos a disparar sin más. Es cierto que de esta manera podemos obtener más encuadres distintos, pero en cierta manera ha perdido el valor que antes tenía el hecho de que en un carrete sólo tenías 24 fotografías, 36 a lo sumo. ¿Alguien me negará que pudiendo disparar 1000 fotografías sin despeinarse, sin ningún coste, se va a tomar el mismo tiempo y la misma cautela antes de disparar que si sólo tuviéramos 24 disparos?
No sería la primera que vez que leo como ejercicio para aprender composición que se evite mirar la pantalla después de disparar una foto, ya que de esta manera nos pararemos a pensar durante más tiempo para asegurar el disparo.
Sin embargo, hay que reconocer que en fotografía de naturaleza, donde llegar a ciertas localizaciones requiere de mucho tiempo y en las cuales se realiza un gran esfuerzo físico, o incluso en situaciones únicas que jamás se van a repetir es una gran ayuda el poder comprobar que tienes la fotografía.
Ni que decir tiene, que el poder ver la fotografía en el momento nos permite enseñar de manera más fácil con ejemplos in situ, y compartir fotografías con otras personas.
Para los que damos clases de fotografía, poder enseñar en el momento el resultado de aplicar una técnica concreta o un ejercicio es muy útil. Aparte de esto, enseñar las fotos al resto de personas es un gesto muy habitual hoy en día.
En la actualidad, la mayoría de cámaras digitales, sean réflex o no, incorporan una serie de funcionalidades que las cámaras analógicas no tenían. Sin embargo, desde hace unos años, con la aparición de las cámaras sin espejo (CSC), y tratando de copar el mercado, han ido incorporando nuevas características que pueden resultar muy jugosas para el futuro comprador.
Disparar a pulso ya no es un problema
Fotografía tomada a pulso con una Olympus OMD EM-1 con un tiempo de exposición de 1,6" a 12mm.
Hace años que existen objetivos estabilizados, que permiten disparar a velocidades más lentas de lo normal. Pero la novedad viene cuando el estabilizador está integrado en el cuerpo de la cámara, más concretamente en el sensor.
Marcas como Olympus y Sony, han sacado en los últimos años modelos de cámara con esta tecnología, una especie de estabilizador de 3 o 5 ejes, permitiendo disparar a velocidades tan lentas que en una cámara normal necesitaríamos utilizar un trípode. Estamos hablando de velocidades de obturación cercanas al segundo.
Si esto lo sumamos con el hecho de que los sensores soportan sensibilidades cada vez más altas, podemos decir que la falta de luz está dejando de ser un problema.
Dependiendo el tipo de fotografía que hagamos, esto puede suponer un gran paso, y nos puede permitir resolver situaciones que antes eran inviables.
Para la gente perezosa, que no le guste usar el trípode, también puede suponer una manera de ganar tiempo, con lo que volvemos a lo mismo que comentaba anteriormente, y es que ahora la fotografía ya no se medita, si no que se realiza de manera fugaz.
¿Medir la luz? ¿para qué?
Otro avance muy sugerente está relacionado directamente con la medición. Conocer la luz, entenderla y saber medirla es algo fundamental en fotografía. En mis cursos siempre trato de hacer hincapié en este tema, y dejar claro que sin luz no hay fotografía. Es importante saber analizar una escena, saber dónde medir y entender qué parámetros configuramos y porqué.
Las cámaras CSC no incorporan espejo, por lo que es imposible tener un visor óptico que nos muestre exactamente lo mismo que va a llegar al sensor, de ahí que incorporen un visor digital, es decir, una especie de pantalla.
Hay que decir que hay una gran diferencia, por mucha calidad que tenga el visor digital, respecto al visor óptico, aunque según lo que dicen quienes las usan, es cuestión de tiempo acostumbrarse.
La ventaja que tiene tener un visor digital es que la cantidad de información que nos aparece es muy grande, pero la mayor diferencia con respecto a uno óptico es la posibilidad de ver en el propio visor si la fotografía está bien expuesta antes de disparar. Es decir, si nuestra fotografía está subexpuesta, en el visor la veremos subexpuesta, y viceversa. De esta manera, simplemente tendremos que aumentar la exposición, bien sea con la velocidad, el obturador o el ISO.
En un principio es una gran ventaja, puesto que a priori ya ves el resultado, sin embargo, ¿no es cierto que poco a poco tenderemos a dejar de realizar mediciones de luz? Para alguien que ya tenga experiencia en fotografía puede verlo como algo positivo, puesto que seguirá con su protocolo habitual, pero además tendrá la seguridad de que su foto le saldrá bien. Sin embargo, alguien que empiece y se haga con una de estas cámaras es probable que consiga hacer fotos que estén bien expuestas, pero sin saber muy bien porqué. Además, ¿qué pasaría si coge otra cámara que no tenga este modo?
Si todas las cámaras acaban teniendo esta funcionalidad será algo normal, y sería como si a todos nos quitaran la pantalla para poder previsualizar las fotografías. Seguro que nos costaría acostumbrarnos, y nos sentiríamos algo inseguros.
Puede que pensar en estas cosas sea una pérdida de tiempo, pero a mi es algo que me preocupa en parte. Y digo en parte porque yo sé en qué medida me pueden llegar a afectar todos estos avances, tanto positiva como negativamente.
La parte positiva siempre es bienvenida, ya que es de agradecer todo aquello que pueda ayudarnos a conseguir mejores fotografías, sobre todo en malas condiciones de luminosidad o meteorológicas.
Mi miedo es cómo puede afectar todos estos cambios a las generaciones futuras de fotógrafos. ¿Puede ser que la tecnología haga una criba entre los buenos y los malos fotógrafos? ¿La tecnología nos hace mejores fotógrafos o sólo consigue que hagamos mejores fotografías?
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Mostro Amarillo dice
Me encanta tener tiempo para analizar las luces,el encuadre y todo lo demás,pero como la fotografía es el arte de captar lo fugaz,muchas veces eso mismo que apreciamos es lo que nos hace perder «LA FOTO»…Hay que saber aprovechar la tecnología,los automatismos y todo lo demás para no perdernos eso que está sucediendo YA.
Por supuesto en fotografía de paisajes podemos tomarnos todo nuestro tiempo,o en nuestro estudio,o cuando tenemos una modelo que posa para nosotros el tiempo que le pidamos.Pero cuando salimos de cacería necesitamos herramientas seteadas para las mas diversas situaciones y eso nos lo dan la tecnología actual,tanto con el autofoco como con los estabilizadores y los modos semi automáticos de lectura de luz.
yuyubest dice
De tu misma opinión. A la hora de aprender todo en manual, entender porque suceden las cosas y como aprender a corregirlas. Pero cuando sales de cacería como tú dices, semiautomatismos al canto, reencuadrar y componer en el ordenador, si no, adios al enfoque, a la iluminación puntual y al momento.
rzozaya1969 dice
Creo que todos estos avances nos dan muchas mas herramientas que antes. Si quieres calcular una toma por una hora, que sea por que estas considerando varios factores, como composición, esperando que la luz llegue de cierta manera, pero que no sea por que tu herramienta te exiga hacer veinte calculos y que te tardes un tiempo en ver si funcionó o no.
El poder tomar una foto (o varias) simplemente afocando puede ser una ventaja para muchos tipos de tomas, y no perder el momento pensnado en que si va a salir bien o sobre expuesta.
Ahora, si hay que buscar aprender a tomar bien las fotos y pensar las tomas, pero que las herramientas sean cada vez mas menos limitativas.
Esta bien tener Photoshop, pero haciendo una analogía con sistemas, la regla GIGO sigue funcionando (Garbage In, Garbage Out). Si tomo mal una foto, por mas que quiera ajustar los niveles, limpiar va a hacer una maravilla de toma. Mientras mejor sean las tomas originales, mejor va a ser el producto final.
JosebaGomez dice
Que buen artículo y muy buenas reflexiones.
Cuando empezó el digital conocí un fotógrafo de bodas que me comentó en una de in familiar. :
-Ahora con el digital tardamos el doble.
Yo alucinado le dije que por qué?
-Miramos como han quedado los novios y claro siempre sacamos más fotos, ya que antes sacábamos tres y a por otra….ahora que si los ojos cerrados que si un mal gesto etc….
Yo me reí pues a mi me pasaba lo mismo jeje….tambien sacaba un montón de lo mismo hasta que me quede perfecto jeje…incluso creo que se pierde la magia.
Es una gozada pero puede ser un problema si nos enganchamos.
Ahora saco la foto y nunca miro como ha quedado hasta que llegó a casa….saco menos y tambien tiro muchísimas menos a la papelera jajaja.
Un saludete
luisfer dice
A mi fue a uno de los que les costó el cambio, al principio pensé que la fotografía digital sería solo una moda pasajera, luego vimos las cámaras que llegaron y nos dimos cuenta de que era, sin duda, un cambio de ciclo. Hoy no entiendo la fotografía sin las cámaras digitales con toda su alta tecnología.
https://www.flickr.com/photos/sanchezcaceres/
Parisienes dice
La verdad es que no encuentro el meollo del supuesto problema. Que si mañana coge otra camara que no lo tenga o esto o lo otro. La tecnología está allí, es un tremendo avance y está para que lo usemos. No para que nos preguntemos que haríamos o si sabríamos resolver el no tenerlos. El mal fotógrafo seguirá siéndolo aunque es más probable que se evite un montón de problemas a partir de las camaras actuales y el buen fotógrafo lo será más, porque podrá sacar más fotos, podrá corregir sobre el escenario al cual quizás no hubiera podido volver y hasta podrá probar otras opciones, sólo por curiosias, no obstante haber pensado un resultado antes de disparar. Resumiendo: no hay ni una mala y son todas buenas. Y eso se ve reflejado en la cantidad de fotos excelentes que ves hasta hartarte en la web, todas de ilustres desconocidos. El que antes dedicaba tiempo, se lo seguirá dedicando pero tendrá más tiempo ahora y más recursos que antes para probar más alternativas de las que antes hubiera podido, justamente por tiempo y recursos. PD: Los buenos visores digitales son una maravilla. Hasta te ayudan cuando tu vista no era la mejor y renegabas con el visor analógico.
bermudez dice
La fotografia del futuro solo dejara lugar al ojo fotografico…creatividad,composicion,encuadre,etc etc todo lo demas quedara fuera.
Me imagino hasta un tipo de histograma programado por nosotros que llevara las altas luces al limite en todas las fotos y cosas asi…bajo mi punto de vista todo son mejoras y nada tiene que ver con la fotografia del pasado.
Leoncillo2000 dice
Excelente artículo Sergio, yo que soy un simple amateur, pero eso sí de vieja data, pienso que como expresa el título «pueden perjudicar tu aprendizaje en fotografía» y es eso lo que seguro afectará pero no la fotografía en sí misma.
Hoy vemos que los chicos son más aficionados al software de digitalización que a salir en busca de temas fotográficos lo que quizás lleve a querer arreglar todo con trucos. Sin embargo pienso como en mi caso que a los amantes de la fotografía nos toca estudiar sobre cámaras, nuevas tendencias, arte visual, software y cada vez hay más que aprender. Cuando pasé a las digitales solo quería tomar buenas fotos como lo hacía con mi Pentax Asahi 1000, pero hoy he podido practicar un poco de HDR, algo sobre efectos y así mil temas más, por suerte Dzoom, estará allí, eso espero. https://www.flickr.com/photos/leoncillo2009/
Hugo Cella dice
Preguntas: «¿La tecnología nos hace mejores fotógrafos o sólo consigue que hagamos mejores fotografías?»
Contesto: Sólo consigue que hagamos fotografías sin errores; ni siquiera mejores. La fotografía la hace el fotógrafo, no la cámara. Tremendas y modernas cámaras en manos de alguien sin talento, hace fotos mediocres. Una foto hecha con un móvil (celular les decimos en Argentina), pero en manos de un artista, será una muy buena foto, tal vez sin «calidad técnica» (por decirle de alguna manera a la falta de recursos tecnológicos).
Hugo dice
La fotografía la hace el fotógrafo, no la cámara ni el soporte. Sería como creer que uno puede ser un gran escritor si se compra el mejor teclado.
Hugo Cella dice
Estoy de acuerdo con la nota; pero remarcaría la parte negativa de esos avances.
1) Digital Vs analógico. Como no hay un límite de dinero ni de espacio (el rollo tenía 36 fotogramas y ya); se dispara 10 veces la misma foto con distintos parámetros, incluso con distintos ángulos o enfoques, «total! después elijo la que me gusta». Esto provoca una pérdida en el «ojo fotográfico».
2) El autofoco; que es una gran ventaja en determinados casos; muchas vecs nos juega la mala pasada de enfocar aquello que no quyeríamos «¡ah! ¡olvidar mantener a medio oprimir el disparador!)
3) Tremendo zoomes 12-300 o más rango; perdiendo calidad en la imagen por la cantidad de cristales necesarios para eso. Es cierto que estar cambiando de lentas a cada rato molesta, pero la calidad de las lentes de focal fija es incomparable.
4) La capacidad de las tarjetas de memoria. Son tales que cuando salimos a hacer una hora de callejeras, volvemos con trescientas foto (y no exagero), seguramente que sólo sirven 2 o 3, pero ¡¡hemos disparado 300 veces!!!
Seguramente hay mucho más, pero por ahora recuerdo y me aparecen esas.