Estoy seguro de que has querido hacerlo más de una vez pero no te has atrevido por falta de confianza o porque es muy caro. Y ambas son un error. Primero, porque imprimir tus fotos es una de las mejores cosas que puedes hacer para aprender sobre colometría y enorgullecerte de tu pasión. Y, segundo, porque no es tan caro si no te importa hacer algo de manualidades.
Hoy quiero contarte la manera más sencilla y económica de imprimir tus fotos en gran formato para que decores tu casa, hagas una pequeña exposición o enseñes de tu trabajo en el estudio. Y lo mejor es que la calidad fotográfica será de lo más alta, puesto que lo que te propongo es que imprimas en papel fotográfico auténtico y con el acabado que más te guste, para luego simplemente ponerlo sobre un ligerísimo soporte de cartón pluma.
Tendrás así una alternativa a todos los medios de impresión y soporte que suelen ofrecer como foam, metacrilato, aluminio, lienzo… Que tienen algunas ventajas y desventajas, pero en cualquier caso no igualan en precio y calidad de imagen a este método. Y todo en 4 sencillos pasos. ¿Quieres saber cómo?
Paso 1: Imprimir la foto en nuestro proveedor de confianza
Empezaremos por elegir el tamaño al que querremos tener nuestra foto e imprimirla con el acabado y color que más nos guste. No hablaré de todos los importantísimos aspectos que hay que cuidar para imprimir una fotografía porque te los contamos con detalle en algún otro artículo, así que me limitaré a mencionar el aspecto más relevante para el montaje, que es el tamaño. Aquí decidiremos, en función de la proporción de los lados de nuestras fotos, si optamos por los estándares con ratio 2:3 como 20x30, 30x45, 40x60… O si imprimimos con otro ratio. Esto determinará los dos puntos siguientes.
El coste de esta impresión crecerá con el tamaño y dependerá en gran medida de la imprenta y el acabado con el que las sacamos, pero a modo orientativo mencionaré los precios que manejo yo con mi imprenta favorita:
Paso 2: comprar el cartón pluma adecuado
Ahora tendremos que elegir el soporte donde montaremos las fotos anteriores. La elección del cartón pluma para ello viene motivado por su extrema ligereza, precio económico y facilidad para cortarlo al tamaño que queramos. Y este último punto es clave, pues tamaños y proporciones a los que podemos tener nuestra fotos son innumerables, por lo que las piezas de cartón pluma se suministran en unos tamaños un poco mayores que los estándares de impresión de foto, con lo que nos dan margen a que podamos ajustarlo al tamaño que queremos cortándolo nosotros mismos o añadiendo un marco a nuestra imagen. Así, los tamaños más comunes a los que encontraremos el cartón pluma son 50x70cm ó 70x100cm en 3mm ó 5mm de grosor. Obviamente, con un grosor mayor obtenemos un poco más de peso pero también más rigidez. En tamaños de 40x60 en adelante deberíamos exigir 5mm al menos.
Pero ojo, porque debajo de estos tamaños sólo los he encontrado en formato A4 y A3, que son parecidos a los estándares 20x30 y 30x45 pero no exactamente iguales, por lo que si optamos por estos tamaños podemos optar por 2 soluciones: imprimir directamente en estos formatos A4 y A3, o bien comprar un tamaño de cartón pluma de donde podamos recortar soporte para dos o más fotos. De un 50x70, por ejemplo, sale superficie para montar 2 fotos de 30x45. Además, también es importante tener en cuenta que, sabiendo que lo normal es que queramos pegar una foto a él, se venden algunos modelos con una cara adhesiva. Usarlos eliminaría trabajo en el paso 4 de este artículo y nos ahorraría también comprar el adhesivo en spray, por lo que para pocas cantidades de fotos parece mejor opción comprar cartón pluma ya con su adhesivo.
Los precios del cartón pluma dependen obviamente del tamaño y de si lleva una cara adhesiva, pero se mueven entre los 4 euros del 50x70cm normal hasta unos 12 euros del 70x100cm adhesivo.
Paso 3: cortar el cartón pluma al tamaño que queremos
Aquí toca ponernos a hacer un poco de manualidades. Colocando debajo un amplio cartón o superficie que podamos rayar, recortamos la pieza de cartón pluma al tamaño exacto que queremos. Es importante que antes que nada presentemos la foto para asegurarnos de que encaja donde queremos. Luego, tomaremos las medidas con un lápiz y recortaremos la superficie valiéndonos de un cúter o cuchilla. Es fundamental para que salga un corte recto y preciso que nos apoyemos en una regla lo suficientemente larga para guiar todo el corte. No te frustres si algún borde no sale perfectamente recto, la práctica hace al maestro.
Paso 4: pegar la foto al soporte
Paso 4: pegar la foto al soporteFinalmente nos quedaría adherir la foto a nuestro cartón pluma de manera que se conviertan en una única pieza sólida. Para ello, como vimos en el punto 2, tenemos los modelos con una cara adhesiva, donde simplemente tenemos que retirar el film que la recubre y pegar encima nuestra foto con mucho cuidado. Pero para grandes cantidades de fotos sale más económico optar por comprar cartón pluma normal y un bote de adhesivo en spray, ya que con un solo bote podemos cubrir de pegamento la superficie de docenas de piezas de manera muy rápida. Eso sí, es importante que no eche grandes gotas o chorros de pegamento para no arrugar el papel fotográfico, que no traspase el papel, que no tenga un PH agresivo que estropee nuestra foto con el paso del tiempo y que tenga un secado que permita un margen de tiempo para recolocar la foto si no la encajamos bien a la primera.
Pero como este proceso puede generar un poco de inseguridad, me he tomado la libertad de grabar un rápido vídeo donde os muestro este último paso.
En conclusión, con estos pasos podemos montar, por ejemplo, una foto 30x45 por unos 6 euros y una 40x60 por aproximadamente 11 euros. Espero que esto os motive a traer al mundo real y a lo grande vuestras mejores fotos. Y por supuesto, si alguien quiere aportar su experiencia o consejos personales para este proceso, serán bienvenidos en los comentarios.
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