Tres son los elementos que permiten ajustar la exposición en fotografía: apertura del diafragma, velocidad de obturación y sensibilidad ISO.
Una vez repasada la apertura y la velocidad, nos queda el tercero: la sensibilidad ISO. En este artículo repasamos, con un ejemplo práctico, los diferentes resultados de aplicar distintas sensibilidades a la hora de captar una misma escena. ¡No te lo pierdas!
La sensibilidad ISO es uno de los factores de los que depende la exposición cuando hacemos una fotografía. Los otros dos son la apertura del diafragma y la velocidad de obturación.
Cuando hemos ajustado en nuestra cámara la apertura que deseamos utilizar para conseguir una mayor o menor profundidad de campo, y hemos ajustado también el tiempo de exposición para capturar el movimiento como nosotros queremos, el recurso disponible con el que aún contamos para conseguir la cantidad de luz que necesitamos a la hor de hacer la foto es la sensibilidad ISO.
Como norma, deberíamos trabajar con el valor ISO más bajo que tenga nuestra cámara que nos garantice que la foto sale correctamente expuesta para los valores de velocidad de obturación y apertura de diafragma deseados.
Y es que, mientras que el uso de la velocidad y de la apertura permiten añadir elementos compositivos a una foto capturando el movimiento o permitiendo definir la zona nítida en la escena, el valor ISO únicamente va a aportar mayor o menor ruido. Así que podríamos decir que, en nuestras fotos, ese ruido es muchas veces el mal necesario por el que tenemos que pasar.
El funcionamiento del sensor
Para entender cómo funciona el ISO, debemos remitirnos al funcionamiento del sensor de nuestra cámara.
El sensor es el chip que se encarga de capturar la imagen cuando hacemos una fotografía. Está compuesto por una malla de miles de celdas fotosensibles en las que se recibe la imagen que forma el paso de la luz por el objetivo.
Cada una de esas celdas genera una corriente eléctrica en presencia de la luz. Esa corriente eléctrica es convertida en valores numéricos que se almacenan en la memoria de la cámara, lo que conocemos como píxeles.
En ausencia de luz, y en relación a la temperatura, cada una de esas celdas genera una cantidad más o menos fija de corriente eléctrica (y datos) al azar.
La sensibilidad de cada uno de los elementos del sensor es fija para el valor ISO más bajo que tenga nuestra cámara.
A partir de ese valor, los índices ISO superiores que nos ofrece la cámara digital se logran, no por un incremento en la sensibilidad de los elementos captores, sino por una amplificación posterior de la señal que estos emiten.
Debido a que estos elementos tienen una emisión de señal de base mas o menos fija, al capturar una señal lumínica débil y amplificarla, también se amplifica una buena parte de la emisión de datos aleatoria del chip, con lo que se mezcla una cantidad de señal aleatoria sin contenido a la señal correspondiente a la imagen.
En física, señal es toda información significativa para construir un mensaje, y ruido es cualquier otro dato que acompañe a la señal dificultando su transmisión, almacenamiento y comprensión. Por tanto, y según la explicación que acabamos de ver, al incrementar el ISO en nuestra cámara se aumenta la relación señal-ruido o la proporción de ruido en nuestra señal.
La sensibilidad ISO en ejemplos
Para ilustrar el funcionamiento descrito y el nivel de ruido en la señal, he utilizado una serie de fotos de Betty y Baffy iguales, realizadas con un trípode en las que he mantenido la misma apertura del diafragma (misma profundidad de campo) y he ido variando el ISO, con la variación correspondiente del tiempo de exposición para que las fotos quedaran correctamente expuestas.
He realizado tres recortes en las fotos resultantes para que puedas apreciar la aparición de ruido a medida que aumento el valor del ISO. En el caso del ejemplo, he utilizado valores ISO de 100, 400, 800 y 1600 en mi cámara.
En esta primera foto se puede ver el resultado de disparar a sensibilidad ISO 100 (la más baja que permite mi cámara). La imagen se ha reescalado para mostrarla en la pantalla.

Esta segunda foto muestra el resultado obtenido de la misma escena, esta vez con un valor ISO 1600. Aunque la foto se encuentra también reescalada, se puede apreciar la pérdida de calidad.

Los cuadrados rojos marcan los recortes que he realizado para los distintos valores ISO. He recortado en tres zonas distintas, ya que la aparición de ruido también depende de la luminosidad de cada punto, lo que hace que en las zonas más oscuras el ruido se aprecie de forma más notable.
Resultado del primer recorte:

Resultado del segundo recorte:

Resultado del tercer recorte:

Dependiendo de cada tipo de cámara, los niveles de ruido serán mayores o menores, y en este sentido las cámaras están evolucionando mucho, consiguiendo cada vez mejores resultados a ISOs altos. Pero lo que es seguro es que cuanto más alta sea la sensibilidad ISO seleccionada, mayor será el nivel de ruido apreciable.
Entonces, ¿debo utilizar siempre el ISO más bajo?
Definitivamente, NO. Y me explico: debes utilizar el ISO más bajo que puedas siempre y cuando la foto quede correctamente expuesta. Como podrás comprobar en este artículo, es preferible hacer una foto a un ISO más alto exponiendo correctamente que utilizar un ISO bajo haciendo que la foto quede subexpuesta, ya que la zona oscura (izquierda) del histograma es más propensa a la aparición de ruido.
mireya zurita acosta dice
muy interesante lo que estoy aprendiendo cosa que en la cámara análoga se sabia y ahora hay que volver a repasar ,algunas cosas invertidas y aprender a conocer la cámara llevar uno en control de ella.
gracias por la información ha sido muy valiosa
Lugv dice
No entiendo el último apartado. Dices que es preferible usar un ISO alto (entiendo 1600) para que la imagen quede bien expuesta, sin embargo, en los ejemplo, la foto que mejor expuesta estaba era la de ISO 100, entonces siguiendo esa regla, no debería ser siempre preferible usarla baja.
Esteban dice
Creo, a mi entender, que a lo que se refiere es que es preferible usar un ISO alto antes que perder la foto…. Pero obviamente que cuanto menor sea el ISO que usemos, mayor sera la calidad de la foto.
Tomás dice
No, estás mezclando los conceptos. Ambas fotos, la primera y la segunda están bien expuestas. Lo que resalta el autor es que en este caso ambas, mal que mal, salen bien, pero habrá ciertas ocasiones en las que, por ejemplo, se quiera fotografiar algo en movimiento que requiera aumentar la velocidad de apertura, y no subir la ISO solamente para no causar ruido en la fotografía implicaría obtener una fotografía subexpuesta o poco iluminada, y por más de que no tenga ruido de nada sirve porque no se apreciaría un buen resultado. En ese caso, tal y como lo dice en el artículo, es preferible el mal necesario, sacrificar un poco de calidad agregando ruido a la imagen antes que perder una buena fotografía bajando la velocidad de obturación. Una situación similar podría ocurrir con la apertura del diafragma, y la mayoría de las veces lo preferible es agregar ruido antes que no obtener el resultado principal que se busca que es una profundidad de campo determinada.
Jorge Jimènez Labra dice
Hola, excelente explicaciòn, en la fotografia analoga a la pelicula de asa o iso de numeraciònes bajas, se les llamaba de grano fino y los iso de 400 en adelante se les decia de grano grueso, y mostraban el mismo efecto de las camaras digitales, por supuesto bien combinada con la correcta apertura y velocidad, las imàgenes solian y suelen ser de calidad. saludos